Tiempo y Olvido
Roberto Hilson Foot

Milenios se nos han deslizado
desde que Gilgamesh compartió con los hombres
la angustia por el tiempo que se nos va metiendo.

 

Así, de a poco,
con un caminar cansino,
en cada mañana, en todas las lágrimas,
el impertinente se nos va metiendo.

 

Pasito a paso, en áridos desiertos
casi sin darnos cuenta
arreándonos la vida por insondables mares
en remotas ausencias, en caminos perdidos,
el tiempo en cada pliegue se nos hace piel y cansancio.

 

Así, sin respiro
en cada tarde y en cada noche
en cada fracaso y cada desdicha,
el tiempo con finita paciencia
con implacable constancia
se nos va metiendo.

 

Conocía Quevedo su oficio
cuando proclamó un fue y un será
y un es cansado,
sobre todo cansado,
hecho de tiempo y olvido.